miércoles, 11 de abril de 2018

"DEJAR IR ES DARTE CUENTA QUE ALGUNAS PERSONAS SON PARTE DE TU HISTORIA"

Dejar ir es darte cuenta que algunas personas son parte de tu historia, no de tu
Dejar ir
destino. Eso no significa que no duela. Las despedidas siempre duelen, aun cuando hace tiempo que se ansíen. Esa es una de las leyes emocionales que rigen nuestra vida en interacción con los demás.
Dejar ir es darte cuenta que algunas personas son parte de tu historia
Dejar ir es darte cuenta que algunas personas son parte de tu historia, no de tu destino. Eso no significa que no duela. Las despedidas siempre duelen, aun cuando hace tiempo que se ansíen. Esa es una de las leyes emocionales que rigen nuestra vida en interacción con los demás.
Hay relaciones (o personas) que hacen mella pero por más que luches, por más que intentes salvar, por más que ames, por más que se deba permanecer, simplemente, con un soplo, se desmoronan.  No es bonito decir adiós pero, a veces, sí es liberador y es en esa libertad donde reside la belleza y la necesidad.
Porque, a veces, tenemos esa necesidad de irnos para ser felices, de dejar atrás una vida llena de dolor y de
inquietudes, de abandonar la incertidumbre emocional, de obtener nuestra paz interior y de ser artífices de nuestra libertad emocional.

“Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo que insistir y convertirse en una verdadera molestia. No se pierde lo que no tuviste, no se mantiene lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar”.

El arte de vivir

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